Sam Mendes: Shakespeare excita la imaginación

The Bridge Project, la compañía que dirige Sam Mendes, estará nuevamente en España a partir de la próxima semana con dos textos de Shakespeare

El prefijo telefónico (212) delata que la llamada proviene de Nueva York. Allí son sólo las nueve de la mañana, y al otro lado del teléfono Sam Mendes se identifica con un sonoro «Hello!». El jueves próximo, The Bridge Project, la compañía transatlántica compuesta por actores británicos y estadounidenses, volverá al Teatro Español, donde ya presentó su primer trabajo el pasado año, y del que asegura que «es un lugar magnífico, un escenario perfecto». Dos obras de Shakespeare, «Como gustéis» y «La tempestad», dirigidas ambas por Mendes, componen la oferta en esta ocasión; la primera podrá verse del 29 de abril al 2 de mayo, y la segunda estará en cartel entre el 5 y el 9 de mayo.

-El pasado año montó un Chéjov y un Shakespeare. ¿Por qué un solo autor en esta ocasión?

-Hay diversas razones, al margen de que ambas son obras extraordinarias. Nos permiten por un lado el trabajo de compañía, son dos textos que se complementan, porque siendo de un mismo autor pertenecen a distintas etapas de su vida, y hablan también de las mismas cosas: de la búsqueda de la verdad, de padres e hijos...

-¿Es Shakespeare el mejor cirujano del alma humana?

-Mmmm... No sé si es la palabra cirujano lo que mejor le define. Shakespeare es uno de los grandes autores de la literatura universal, que retrata al ser humano con una gran precisión, pero creo que su teatro no tiene tanto que ver con la cirugía del alma y con la realidad como con la mente y la imaginación. Shakespeare excita esa imaginación a través de sus obras y sus personajes.

-¿Qué hace que siga siendo tan moderno?

-Uff, ésa es una cuestión terrible... Todo lo que cuenta Shakespeare es relevante, profundo. Su obra es universal porque habla del ser humano con profundidad y exactitud, y todo nos concierne; además, es un autor de una teatralidad extraordinaria.

-No cuenta, en esta ocasión, con actores tan mediáticos como en el anterior montaje, donde estaban estrellas como Ethan Hawke o Rebecca Hall.

-El trabajo es el mismo, y tanto en aquel caso como en este reparto lo que importa es que son magníficos actores que están, además, comprometidos con el proyecto, que creen en lo que están haciendo y que ponen todo su talento al servicio de las obras que representan. El trabajo con ellos es el mismo y yo estoy muy orgulloso y muy feliz de cómo se ha desarrollado el trabajo y de su entrega.

-¿Son los actores la base de su trabajo?

-Por supuesto. En el teatro, los actores son siempre lo más importante. El teatro es el medio de los actores; el cine es el medio de los directores. Y un director teatral debe de ponerse al servicio de los actores, todo tiene que girar en torno a ellos; esa es mi visión del teatro, al menos.

-¿Está respondiendo el proyecto a las expectativas que tenía puestas en él?

-Las está superando, en realidad. Estoy muy satisfecho de cómo se está desarrollando y de la respuesta del público.

-¿Cuál es la participación del Centro Niemeyer en el proyecto?

-Es una institución extraordinaria y con un magnífico futuro. Tenía previsto ir hace unas semanas pero finalmente no pude, y espero poder viajar allí antes del verano. Estoy encantado de su colaboración en este proyecto.

-La Metro Goldwyn Mayer acaba de suspender la producción de la nueva película de Bond, que iba a dirigir usted.

-Sí, pero es una decisión que no me corresponde y sobre la que no tengo en realidad nada que decir.

-Hace unos días surgió el rumor de que Kate Moss iba a incorporarse al Bridge Project. ¿Es cierto?

-¿Usted qué cree?

-No me parece muy creíble.

-Pues ahí tiene la respuesta a su pregunta.

-¿Tiene entre manos algún proyecto del que pueda hablar?

-No hay nada concreto, no. Tengo por delante varios meses para descansar, estar con la familia, leer, estudiar nuevos proyectos, ir al teatro... No he tenido mucho tiempo para descansar últimamente.

(ABC, 22-IV-2010)