Arthur Miller

La temporada teatral madrileña se marchita, pero en el Español ha crecido un brote verde (Elena Salgado dixit) titulado Muerte de un viajante. Mario Gas dirige esta producción de la conmovedora obra de Arthur Miller, que protagonizan Jordi Boixaderas (Willy Loman), Rosa Renom (Linda) y Pablo Derqui (Biff) -para mí, un auténtico descubrimiento-, y para la que ha contado con la traducción de uno de nuestros grandes autores: Eduardo Mendoza. La función es una prueba más de que el tiempo es relativo; dura más de tres horas, pero yo me he aburrido mucho más en espectáculos que apenas llegaban a una hora de duración. Silencio casi sepulcral en el patio de butacas. Merece mucho la pena escuchar las palabras de Arthur Miller, poseedor de un afilado bisturí con el que supo diseccionar el alma humana como pocos autores lo han hecho a lo largo de la historia del teatro. Es imposible no compadecerse de Willy Loman, ese hombre que se resiste a aceptar que la vida le ha derrotado; está groggy y escucha la cuenta atrás, pero aun tambaleándose se niega a quitarse los guantes. Es imposible no admirar a Linda, su abnegada mujer, resistente cemento siempre atenta a cubrir cualquier grieta que se produzca en la familia. Mario Gas no ha escrito sobre el texto, no ha tachado ni ha corregido nada. Sólo ha tomado un rotulador fluorescente con el que destacar las frases, y se ha rodeado de un reparto tan afinado como brillante.

(Foto: Ros Ribas)