Esteve Ferrer


Esteve Ferrer es un magnífico director, un estupendo actor y un tipo formidable. No le perdono que haya abandonado el club de los gordos, en el que evidentemente milito, porque me hacía ilusión sentirme acompañado por una persona tan vital, tan afable, tan jovial y tan optimista como él. Pero en fin, perder tallas no es lo mismo que perder talla, y la suya (la humana, claro) sigue intacta. Esteve ha sacrificado sus vacaciones para coser un roto que se había producido en “Toc Toc”, uno de los montajes que ha dirigido recientemente, por la marcha de Javivi, uno de los actores. Esteve se ha subido en marcha a un tren que él había dejado ya en la estación de salida perfectamente dispuesto, y ahora interpreta a Camilo (K-1000-O), un taxista locuaz (en eso se parece a su personaje) y con una irreprimible tendencia a hacer cuentas; es decir, con aritmomanía.
“Toc Toc” es una comedia del francés Laurent Baffie que ocupa desde finales de agosto el escenario del teatro Príncipe-Gran Vía, en Madrid. Cuenta el encuentro, en la sala de espera de la consulta de un prestigioso psiquiatra, de seis personas, cada una con un toc (trastorno obsesivo compulsivo) diferente. A Camilo, el personaje de Esteve, le da por contar; a otro por no pisar rayas y por colocarlo todo de manera asimétrica; una tercera enferma evita el contacto físico con el resto de la humanidad y se lava las manos cada pocos minutos; otra revisa su bolso una y otra vez para comprobar que todo está en su sitio y se santigua con la misma frecuencia con la que pestañea; un quinto personaje no puede evitar soltar exabruptos a la mínima oportunidad, y la sexta enferma repite dos veces cada una de sus frases. Con estos mimbres ha elaborado Esteve Ferrer un divertido y trepidante espectáculo, lleno de ritmo, agudo y también tierno en ocasiones; “una gamberrada”, como él mismo dice. Una gamberrada muy recomendable.
(La foto la he "robado" de su perfil de facebook, espero que no le importe)

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