«The spoils», con Jesse Eisenberg


Fue mi sobrino Pablo quien quiso, en nuestro viaje a Londres, ver «The Spoils». Tiene, y espero que no se moleste por revelarlo, un punto de mitomanía, y le hacía ilusión ver sobre un escenario a Jesse Eisenberg, el protagonista de películas como «La red social», «Batman v. Superman» y el último filme de Woody Allen, «Café Society». No me pareció mala idea, pero confieso que acudí con un convencimiento relativo. 

Pero Pablo acertó de pleno. «The Spoils» (puede traducirse, creo, como «El botín») es una magnífica función, escrita por el propio Eisenberg, que la estrenó ya en Estados Unidos. Se trata de una comedia que gira en torno a la tardo-adolescencia de su protagonista, un insoportable aspirante a cineasta treintañero que comparte piso con un joven de origen nepalí (el papel lo había estrenado Kunal Nayyar, uno de los disparatados científicos de «Big Bang», pero ya había abandonado la producción y nosotros vimos a su suplente, Sagar Radia; estupendo, eso sí).

La sombra de Woody Allen planea sobre toda la comedia; Ben, el personaje de Jesse Eisenberg, tiene mucho del Allan de «Sueños de un seductor» o del Alvy de «Annie Hall». Es un personaje tan introvertido como talentoso, tan torpe como brillante, tan egoísta como hiriente. Eisenberg dibuja a un joven en muchos aspectos antipático, incluso odioso, que corroe todo lo que hay a su alrededor y no le importa llevarse una amistad por delante con tal de conseguir lo que se le antoja.

Scott Elliott dirige una función de concepto clásico -casi como una comedia de sofá tradicional-, muy limpia, desprovista de artificios y basada, especialmente, en el arrebatador trabajo de Eisenberg, un actor descomunal en las distancias cortas, que llena su interpretación de pequeños y reveladores detalles -su borrachera es antológica-, y que sostiene con gallardía toda la función, en la que le acompañan también los muy notables Alfie Allen (Theon Greyjoy en «Juego de Tronos»), Katie Brayben y Annapurna Sriram.

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