Fútbol y teatro
Me gusta el fútbol; lo tomo con moderación, pero estos días, claro, tengo el ánimo enrojecido, supongo que como casi todos. El fútbol es -no hay más que acercarse a un estadio antes de un partido para comprobarlo- el mayor aglutinador social que hay, le pese a quien le pese. Comparten pasión y localidad el más acaudalado y empurado caballero con el más apurado obrero... Y el Mundial es la máxima expresión de esa tabula rasa social que consigue el fútbol... Y en este país de taifas y cada vez más desestructurado está consiguiendo que, por una vez, nos fijemos más en lo que nos une, que es mucho, que en lo que nos separa. Ojalá (sé que no) dure...
Me decía hace un par de días la estupenda e inteligente actriz Anna Allen que no suele ver fútbol a menudo, pero que está enganchada y fascinada con el Mundial, y que ha descubierto que este deporte tiene, de alguna manera, mucho que ver con la interpretación; y sus argumentos eran contundentes. Hay valores, como la generosidad o la solidaridad, que son imprescindibles en uno y otro. Son trabajos en los que necesitas del equipo y el equipo de ti. Los actores precisan de la energía de sus compañeros para poder sacar adelante cualquier papel, y viceversa... La concentración, la entrega, el oficio, el saber estar, la conciencia de las posibilidades de cada uno, son también elementos comunes al deporte y a la actuación.
Fan incondicional de Puyol, me decía Anna que esa convicción, que esa sinceridad con la que afronta los partidos es un magnífico ejemplo. Como también que no quiera ser lo que no es, que afronte con humildad con la que ha asumido su confesada falta de talento natural, que suple con una entrega absoluta y una generosidad arrebatada. En el fútbol también hay divos, primeros actores, estrellas... Pero muchas veces son esos intérpretes a los que calificamos como sólidos y fiables los que más nos admiran.
Así que fútbol y teatro no están tan lejos...
Me decía hace un par de días la estupenda e inteligente actriz Anna Allen que no suele ver fútbol a menudo, pero que está enganchada y fascinada con el Mundial, y que ha descubierto que este deporte tiene, de alguna manera, mucho que ver con la interpretación; y sus argumentos eran contundentes. Hay valores, como la generosidad o la solidaridad, que son imprescindibles en uno y otro. Son trabajos en los que necesitas del equipo y el equipo de ti. Los actores precisan de la energía de sus compañeros para poder sacar adelante cualquier papel, y viceversa... La concentración, la entrega, el oficio, el saber estar, la conciencia de las posibilidades de cada uno, son también elementos comunes al deporte y a la actuación.
Fan incondicional de Puyol, me decía Anna que esa convicción, que esa sinceridad con la que afronta los partidos es un magnífico ejemplo. Como también que no quiera ser lo que no es, que afronte con humildad con la que ha asumido su confesada falta de talento natural, que suple con una entrega absoluta y una generosidad arrebatada. En el fútbol también hay divos, primeros actores, estrellas... Pero muchas veces son esos intérpretes a los que calificamos como sólidos y fiables los que más nos admiran.
Así que fútbol y teatro no están tan lejos...
Quizá sea porque tiene algo en común con el mundo de la interpretación por lo que estos días yo también ando enganchada aunque no soy nada futbolera.
ResponderEliminarMucha mierda para la selección esta tarde.
Y es verdad, ojalá hubiera más cosas en las que fuéramos más conscientes de lo que nos une que de lo que nos separa.